Desde la colonia, la devoción de los
venezolanos hacia el Santísimo Sacramento del Altar ha conllevado un
sentimiento profundo y especial. Y recordando el voto hecho ese 2 de julio de 1899, este sábado se celebraron los 113 años de la
consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento.
Por Marian
Barrios.
Este sábado
7 de julio, la Zona Pastoral VI, Benedicto XVI, celebró junto a todos los
feligreses de las parroquias que la conforman, la Consagración de Venezuela al
Santísimo Sacramento del Altar. Este año la parroquia Sagrada Familia fue la
sede de inicio para esta actividad.
Los festejos
comenzaron con una celebración eucarística presidida por el padre Ángel Caraballo,
párroco de la iglesia San Pedro y San Pablo. Él estuvo acompañado por los
sacerdotes Pedro Trujillo y Domingo Tiney, pertenecientes a la iglesia
Santísima Trinidad, y por José Antonio Gastello, diácono de Sagrada Familia.
La misa inició
a las tres de la tarde con una procesión efectuada por una familia de la
iglesia Sagrada Familia, donde llevaron al altar la bandera de nuestro país, la
custodia y la oración de Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento del
Altar. La misa discurrió en medio de alegres cantos y culminó con la exposición
de la Sagrada Hostia en su respectiva Custodia, la cual fue traslada luego al
vehículo con el que recorrió las calles de la zona de Unare.
El
“custodiamovil” fue guía para todos los feligreses que le siguieron en procesión,
bendiciendo las calles de Unare. El vehículo era seguido de cerca por el Padre
Tiney y el diácono Gastello, quienes se encargaron de transmitir las
respectivas reflexiones y oraciones en cada una de las cuatro estaciones que
tuvo el recorrido. La procesión recorrió desde la Iglesia Sagrada Familia,
pasando frente al colegio Fe y Alegría “Virgen Niña”, tomando la avenida
principal de Unare para luego tomar la avenida 3, pasando frente al Instituto
Clínico de Unare, el Mercado Municipal de Unare, el campamento de trailers de
Unare III hasta tomar la Avenida Guarapiche y llegar a la iglesia Santísima
Trinidad.
El recorrido
de la procesión inicio cerca de las cuatro y media. Estuvo acompañado de
diversos cantos guiados por los músicos quienes se desplazaban junto a la procesión
en una camioneta que abría paso para el “custodiamovil”. Un grupo de baile se
presentó delante del Santísimo para entretener a los presentes, y se realizaron
diversas peticiones por nuestro país a lo largo de todo el recorrido, lleno de
color por la multitud que le acompañaba con banderas amarillas y blancas, junto
a dos enormes estandartes de los mismos colores y la bandera nacional.
Al llegar a
Santísima Trinidad, el vicario Domingo Tiney fue el encargado de llevar la
Custodia hasta el altar, atravesando el templo que ya se encontraba lleno de
feligreses y a los que se sumaron aquellos que habían acompañado al Santísimo Sacramento
en toda la procesión que concluyó cerca de las seis y media de la tarde. Y luego
de los respectivos rezos y la bendición de todos los asistentes la Sagrada
Hostia volvió al Sagrario en medio de los aplausos y cantos que estuvieron
presentes durante toda la significativa celebración.
Pueden visualizar el album de la celebración en Facebook haciendo click aquí
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